Llegué de caza, con ganas de ver a mi Rose. Le pregunté a Alice donde se encontraba, y me dijo que en nuestra habitación, arreglando el armario. ¿Otra vez quería renovar? ¿No se daba cuenta de que podría vestir a toda africa con la mitad de su armario? Llegué a la habitación, y sin hacer ruido alguno rodeé su cintura por detrás y le besé el cuello- ¿porqué no gastas tu bonito tiempo conmigo, en vez de con las compras? -le susurré con voz seductora al oído.