¡Quiero salir!| 13 de febrero| 13:00hs| Libre.

Ya hacia una semana que había llegado a mi nueva casa, para mi sola algo que me fascinaba.
No salí ningún día por culpa de mis estudios y trabajos particulares de investigación que algunas personas normales me pedían como por ejemplo: Perdida de macotas, robos, si su marido o esposa tenían un amante. Simples en comparación con un asesinato, como los que sucedían aquí en Washington, en Seattle o la mayoría de las veces en Forks-Razón de más para mudarme aquí.
Aunque ya no tenía que preocuparme por ninguna búsqueda más, ya que estaba todo terminado.
-Saldré a caminar entonces...-pensé y eso hice. Salí a dar una vuelta y vi una pequeña heladería a 2 cuadras, así que me dirigí hacia ella y me pedí un helado de dulce de leche granizado.
-Mmm mi favorito...- dije antes de darle un buen mordiscon a mi helado.

Apenas termine me fui caminando, pero no a mi casa, sino que segui de largo para ver si me encontraba con algún vecino o alguien, lo que fuese necesario encontrar para entablar una conversación inteligente...

Caminé hasta mi casa desde el centro de Forks. Había caído una pequeña llovizna muy tipica de este lúgar.
Había ido a comprar unas plantas para mi casa. Quería darle más vida a algunos espacio del viejo caserón.

Estaba aproximándome a la zona residencial, cuando su olor se coló directamente en mis fosas nasales.- No chica, vete de aquí- me dije, no podía ser, me había esforzado demasiado para tirar todo y alimentarme de ella.

Ella se acercaba cada vez más. Y me inmovilicé

Seguí caminando con mi vista al cielo, ya estaba callendo gotitas de agua. Me encataba la lluvia aunque despues me diera pulmonia, no me importaba.

Cerré mis ojos y continue caminando, cuando algo duro y bastante grande detubo mi paso. Fue un golpe tan fuerte que cai al suelo golpeandome la espalda y un poco la cabeza...
-Ayyy que dolor...- Me pase la mano por la cabeza para tantear si me quedaba con un chichon grande o solo un leve mareo. Luego de darme cuenta que era un leve mareo abrí mis ojos y ahí estaba. Una chica lo bastante alta y flaca, no sabía cuanto tiempo tarde en abrir mis ojos, lo que sí parecia que no se movio en ningun momento de allí.
-Lo siento, espero no haberte lastimado...- ¿¡Qué?! Me estas jodiendo Cher ¿Quien esta en el suelo?- Comencé a recriminarme a mí misma, era logico que yo era la culpable y a la ves la victima...

Desde abajo, unos ojos oscuros me miraron con una expresión confundida.
Mis músculos se habían agarrotado, listos para atacar. Ella se había golpeado fuertemente contra mi y esperé que no se hubiera dado cuenta de la dureza de mi cuerpo.
Corté el paso del aire para no oler su escencia. Y le respondí

- No te preocupes no me sucedió nada, déjame ayudarte.- y me agaché para tomarla por el brazo.

Cuando ya estuvo de pie, de terminó de acomodar la ropa, decidí presentarme.

- Soy Ethel Culbreath, siento mucho este inconveniente. ...al parecer somo vecinas - le dije cambiando el tema.

La miré algo confundida, mi vista estaba algo movida, parecia que el suelo se movia.
Cuando su mano estrecho la mia, estaba helada, casi hizo que los pelos de mi brazo se erizaran.
-Gracias, y un gusto yo soy Cherise Achler...y si somos vecinas-. Sonreí con amabilidad como solía hacer siempre. Estaba más que contenta por que pude encontrar alguien con quien hablar.
-Espero no me crea rara, y no me pregunte lo que me gusta porque sino no creo que seamos más vecinas-pensé. Casi era cierto, nadie de mis anteriores conocidos entrablaba al menos una segunda conversación por mis gustos raros- libros de terror, suspenso, y todo tipo de historias mitologicas-

- Un gusto Cherise- en verdad no lo era, sólo quería matarla!

En unos segundos su mente comenzó a comunicar. Rara, se consideraba rara por gustarle la mitología, los libros de terror y suspenso. Rara? entonces que diablos soy yo?!.
No abrí paso a la comunicación, no podía permitirme hacerlo con una humana.
Así que bloqueé todos los canales que habían entre nosotras y seguí la conversación, porque además si le gustaba la mitología, podría descubrirme.

- Si...- dije despreocupada, pero sin respirar- Yo vivo al final de la calle en esa pequeña colina- le indiqué mi cerco lleno de árboles y ramas.

Quedé perpleja al ver su casa a lo lejos, se podia observar desde esa distancia la belleza de aquel gigantesco paraiso terrenal.
-Wuaaau es hermosa, puedo ver que esta rodeada de la naturaleza me encanta!!-Dije demasiado alegre y desaforada. Las flores eran la cosa más hermosa de la naturaleza y las adoraba en especial los tulipanes. Quería preguntarle si me dejaba ir a ver su jardin, era una amante de la botanica, entre otras cosas. Pero la timides era mi peor enemigo y se me hizo demasiado dificil. Pero tome alor y lo dije casi gritando.
-¿¡No te importaria dejarme ver el jardin del frente de tu casa!?- Cuando me quise dar cuenta, de veras fue un grito. La sangre se me subio al rostro mientras me tapaba la boca de la verguenza.
-L..lo.. siento...-Agregue en un suave susurro, esperando su reaccion. Ahora si había llegado a mi limite.

Tragué saliva muy sonoramente cuando ella se sonrojó, y definitivamente supe, que se me daba mejor aguantar ese tipo de cosas. Pero su extraño entusiasmo en conocer mi casa, lo hechaba todo a la basura. Tenerla en mi territorio sólo a ella sería demasiado fácil. Pero que sucedía con ella? El instinto no le decía nada?. Correeee , eso le gritaba yo.
Algo pasaba conmigo y agradecía tener este auto control conmigo.

- Claro, será...entretenido?- terminé con signo de interrogación en mi cara, pero luego repuse- Tengo un gato muy cómico....- esperaba animarla para que no se sonrojara mas.

Casí salto de la alegria cuando me dijo que si (?, aunque la contuve, ya que era demasiada emoción por un dia.
Por un momento mientras caminaba hasta su casa, senti algo recorrerme el cuerpo.Me dio miedo, hacía que los pelos de mi piel se erizaran. Pero apenas me voltee a verla me sentí mucho mejor. Se sentia raro, pero como había pasado rapido no le di importancia.
-Mmmm que raro, pensé que era ella...pero veo que noo♪- Agregue en mi mente como si fuera una canción aquello ultimo que pensé.
-Así que tienes un gato...¿como se llama?...- Para hacer el camino menos aburrido- Yo tendria una mascota, pero a duras penas se cuidarme sola...- Volvi a mirarla y saqué mi lengua como diciendo "soy algo torpe, pero tomalo como si en parte fuera broma.· Seguí caminando con mis brazos cruzados por detras mio....
-¿Qué clases de flores te gustan? Podría regalarte unas, como me gusta la botanica....tengo flores por doquier en mi casa...es lo unico que cuido bien- Me reí en alto al hablar de mi incompetencia como chica responsable con respecto a cuidado de personas y/o animales. Con el resto de las cosas todo iba remotamente bien.

- Mi gato se llama Lars. Es entretenido aunque ya es un adulto.- le respondí- y bueno los gatos traen muchas responsabilidades, son muy regalones.- añadí para seguir el tema y olvidarme de matarla.

Camino a casa no sabía bien si detenerme y decirle que se fuera o seguir para poder superar de alguna forma mi deseo de sangre humana, aunque ella no merecía ser mi conejillo de indias para nada. Decidí seguir el camino e intentar ser por esta vez una humana.

- Tengo muchas flores y arboles, aunque una hombre y su esposa se encargan de eso. Yo no soy muy jardinera...- le seguí comentando mientras nos acercábamos más a casa

-Mi madre adoptiva le regalo uno a mi hermana hace unas semanas, mientras que a mi un pez- Dije algo entristezida por que hasta ella notaba mi deficiencia para con aquellos que dependian de mi.]b] -El pez se murio 5 dias despues..- [/b]Hice un sonidito con mi nariz como si estubiera sollozando, aunque era solo broma.
-Uhh que pena, podrias aprender demasiado de las flores, aunque no hablan expresan demasiadas cosas. Por ej. veamos las rosas expresan amor, los tulipanes alegria, las calas recuerdos...Son demasiadas experiencias y sentimientos. Se podría decir que era demasiado alegre, por eso me gustaban tanto. Incluso a mi madre adoptiva le fascinan.
-Eeeh si quieres puedo cuidarlas para tí-. Dije algo con timidez, solo trataba de ser amable, aunque no la conocia parecia quererme lejos. Pero soy algo orgulloza y dificil de detener y ningún presentimiento o lo que fuera me haría retroceder.

-Bueno es una historia muy triste- dije con una sonrisita pequeña, ante su pez muerto
Llegamos a mi gran portón tapado en ramas, busqué la llave dentro de mi bolso. Me puse un poco nerviosa al no encontrarla fácilmente y luego encontrarlas y ver como se revolvían entre medio de todas mis demás cosas. Llegué a pensar que era un aviso del destino y tal vez debí haberle hecho caso y decirle que no tenía animo de visitas y que se fuera, pero también pensé que eran tonterías y que podía sola con esto.

-Bueno..tengo demasiadas cosas en ese bolso- dije entre cortadamente- creo que debo hacerle un aseo...aa aquí están.-dije triunfante.

Las saqué y las introduje en mi la cerradura.

Off: abro otro en mi casa ahora...anda !! xD