La llegada (Toda la familia Cullen eh Invitadas)

Si eran inteligentes como para sobrevivir todos ellos juntos tendrian que haberse dado cuenta hace bastante rato que no era ninguna trampa, a menos que quisiera que lo haga parecer una trampa para así darle un razón de que me ataque...
-Si tantas ganas tienes puedes tratar de moderme así al menos te quitaras un poco el enojo....- Dije bastante fria mientras descubria mi cuello quitando mi cabello, y dejando ver una bonita marca y una sonrisa falsa en mi rostro...-Si te sirve de guia por si no sabes morder- pensé.

Me rei ironicamente por eso y puse una sonrisa hipocrita.
-crees que me rebajaria tanto??-. dije aun riendo hipocritamente

-¿Quien sabe?, a veces cualquier cuello sirve para sofocar el deseo de sangre humana...- Puse una sonrisa falsa y volvi a cubrir mi cuello con mi cabello y con el cuello de la camisa. Yo tampoco me rebajaría a aquel nivel, pero era divertido jugar con aquellas formas solo para molestarla o levantarle su estupido ego...
Tenía muchas ganas de pegarle en un punto donde le doliera, no uno fisico pero me parecía demasiado pronto...

-En mi caso no lo creo-. dije tranquila y suspire

-Naomi para de torturarte , nada de lo que digas hará flaquear a Rosalie- quería que Naomi guardara todo esa rabia, no quería que se viera afectada por las palabras de la rubiecita, así que decidí entrar en la discusion y calmar los animos.

- Bueno basta de cuellos y flujo sanguineo. Rosalie, al parecer tu hermosa cara y ropa de Dior o Chanel, no tiene mucho que ver con tu ''especial'' caracter. - dije frunciendo los labios- porque no te relajas y nos conocemos mejor.- dije alzando las cejas.

suspire y me puse aexaminarlas no podiamos tener nada en comun las examine nuevamente poniendole a tencion a cada detalle los zapatos de Ethel realmente eran lindos collecion primavera- verano DKNY estuve buscando esos zapatos por mas de un mes y estaban agotados.

-Me gustan tus zapatos-. dije a Ethel aun cuzada de brazos en realidad los adoraba

-Soy una gran fan de Donna Karan estuve buscandolos por meses-.dije sin perder la postura

-¿Significa que tengo que comprarme esos zapatos para agradarle?- Pregunté como si fuera una niña, era preferible hacerme la idiota, antes que comportarme como una chica borde todo el tiempo, sino me hiría porque esto no parecía avanzar ni un poco y me estaba canzando.
-Lamento ser tan directa, pero dudo que esto funcione. Ya me estoy cansando-. Agregue sin más, no había mucho que hacer y a veces el tiempo era precioso y más cuando tienes hambre.

Escuché el comentario de Naomi, me dieron ganas de reír, pero creí que eso empeoraría la situación. Así que miré a Rosalie y seguí su conversación.

-Si los encontré en New York recién el mes pasado, fue pura casualidad, en realidad no estaba buscándolos- dije esa última frase con un poco de duda. No sabía bien que responderle a Rosalie en realidad, proque no sabes cuando algo le va a agradar.- Pensaba abrir una tienda en Forks o Port Angeles, me gustaría traer algo de ''fashionismo'' a este pueblo, que tal la idea?- le dije y de reojo miré a Naomi- no digas nada, no estoy buscando que me acepte.

-Soy una tumba...- pensé y mire para otro lado, para no pensar en esa conversacion. Me gusta la ropa pero solo compro lo necesario cada decada dependiendo de como valla la moda. Tampoco iba a usar un vestido del renacimiento en este siglo.

-No creo que a ti te intereze agradarme-. dije despues de todo esa era la verdad despues escuche lo que Ethel queria hacer su idea me emocionaba.
-Abrir una boutique? crees que pueda participar?-. le pregunte.

-Claro, como soy nueva aquí, no sé donde podría ubicarme y me podrías ayudar en eso y por supuesto elegir la linea de ropa que le acomode a Forks. Podemos decir que la tienda es de Esme- era lo mas logico, pues sería extraño que dos '' niñas'' fueran dueñas de una gran tienda, al menos mis expectativas eran esas, hacer una gran boutique con ropa muy fina. Y al alcance de todos.

-Bueno cuando puedas nos reunimos a arreglar todos los detalles.Te parece?-le dije con una sonrisa